lunes, 28 de octubre de 2013

ETA sigue “matando”.



Este es el tribunal de la discordia.
           Existen muchas maneras de matar, y ETA ahora mata con la aquiescencia de la justicia, ahora mata con la burla hacia los muertos y los vivos, ahora matan ensañándose, minuto a minuto, hora ahora, hasta que la primera muerte acabe con los seres que no murieron con él aquél día.
     Estar de acuerdo con el sufrimiento ajeno no es de seres con raciocinio, los sentimientos de ternura, la ayuda desinteresada, la complicidad en el dolor, son una parte esencial que demuestra, que la inteligencia, está por encima de la brutalidad de la sinrazón.
      La situación creada por los acontecimientos provenientes de Estrasburgo hace unos días con la sentencia injusta (bajo mi forma de pensar), acarrea multitud de protestas en un tema a debatir en profundidad, a sopesar con paciencia,  analizar, y recordar con total claridad, nuevamente, los acontecimientos. Las leyes se pueden y se deben mejorar, los resultados podrían y deberían de haber sido otros. y volviendo la vista atrás podremos comprobar que en los sesenta años de la existencia de ETA, por esta España, pasaron gobiernos de colores distintos, que a pesar de los esfuerzos por alcanzar acuerdos de paz, rendiciones o abandono de las armas, no lograron más que engaños, respuestas incongruentes, y vuelta a empezar sin haber acabado.  
        Los distintos gobiernos y formas de gobernar (dictadura, "dictadura eclesiástica", monarquía parlamentaria con gobiernos de centro, centro derecha, centro izquierda, derecha moderada, derecha recalcitrante, izquierda moderada sin rumbo, y lo que soportamos ahora), todos ellos, quiero entender que se esforzaron por solucionar el problema.
      Casi mil muertos, otros tantos de muertos vivos, miles de heridos, miles de familias destrozadas, y lo injusto de las penas: Las sentencias revisables, la “buena conducta”,  la reducción por “estudios o trabajo (en la prisión), y la abolición en su día de la cadena perpetua, fueron y han sido causa más que a tener en cuenta por los tribunales, para que los delitos cometidos salgan tan “baratos”.  Para los miles de asesinos de toda índole estas condenas "ridículas" no son más que un leve pago por "regalarnos" su maldad.
     Algún día veremos con más perspectiva todos los acontecimientos, y los sucedidos nos parecerán igual de crueles que entonces, que ahora, que siempre, pero seremos más benevolentes con personas que hoy resultan injustas e injustamente tratadas, y traidoras a los ojos de una mayoría que aún no ven con claridad por el dolor y lo injusto de la justicia.
T.S.G. (Aes sin hache)
tmsg1953@gmail.com
28.10.2013.

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