lunes, 21 de octubre de 2013

El Tribunal de Estrasburgo a favor de los asesinos.


     El Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, exige a España la puesta en libertad de Inés del Río, una etarra con VEINTICUATRO asesinatos en su haber, y que ve recompensada la proeza con su puesta en libertad en el plazo más breve posible, según sentencia de dicho tribunal. Amén del varapalo que supone, esta sentencia lleva acumulable las costas a cargo del estado y una indemnización de 30.000 € por daños morales.
     Esta es la respuesta  de Europa en materia jurídica a la “doctrina Parot”.
     Después de escuchar esta sentencia, me atrevo a pensar que se considera un delito menor el asesinato. Ésta asesina, fue detenida en Zaragoza en el mes de julio de 1987, lo que quiere decir que: Por sus veinticuatro crímenes estará en prisión una media, aproximada, de UN AÑO y DIECINUEVE DÍAS por asesinato; lo dicho, se pasa menos tiempo en prisión un asesino por un crimen, que un ladrón por un robo.
     Que no me venga nunca más la justicia con que se atiene a derecho ciertas sentencias, pero… ¿a derecho de qué? El susodicho tribunal, comunica al estado español, que por unanimidad han acordado que España vulneró el artículo 5.1, y me leo el artículo 5.1 y trata de “los derechos a la libertad y a la seguridad. ¿Derechos de quién? ¿Defiende la libertad y la seguridad de quién mata, o defiende la libertad y la seguridad de quién fue muerto? No se puede culpar a una persona por la decisión de dieciséis (José Luís López Guerra). No desvariemos, la injusticia forma parte intrínseca de la justicia. En contra de la decisión, que como español me indigna, comprendo que no tenía ésta más fundamento que el deseo de que pagase con la falta de libertad sus cruentos asesinatos, se aprende del error, y se acata la decisión, con desgana y con el dolor del equívoco. El artículo 7 dice que no puede existir castigo/pena sin ley, y al que se acogieron las autoridades en su momento para ampliar las penas de los terroristas y grandes asesinos, fue a la "doctrina Parot", no a la "ley Parot", porque esta, más que nos pese, no existe.

     Ahora, como antes, sigue habiendo muertos de tercera, de primera, de segunda, y de cuarta y de quinta. ¡GRITEMOS LOAS A LA INJUSTICIA DE LALEY!
     Según el Tribunal de Estrasburgo de Derechos Humanos, los derechos son de los que cometen los delitos; se atienen a derecho humanos aquellos que acaban con un ser humano, y se les premia con una justicia hecha, se supone que por justos, a vivir en libertad por matar a quién era libre.
     Que el tribunal se denomine de “Derechos Humanos” causa hilaridad, una risa fría y sangrienta, pues yo no veo en este tribunal, ni justicia, ni humanidad.
     Que nunca jamás vuelva a pedir un fiscal 3800 años por asesinatos, ni siquiera cien, basta con que pida cadena perpetua, sin condonaciones de ningún tipo, y que muera en prisión. Tiene derecho el condenado a disfrutar de asistencia médica, a su higiene personal, a una alimentación acorde a su estancia, a unas horas de patio, y a morir en prisión.
     La justicia no siempre es justa porque está escrita por hombres que se creyeron lo que no eran, justos.
T.S.G. (Aes sin hache)
21.10.2013.

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