¡No es para estar..."enfadado"! Juan Antonio Martínez Camino. Obispo auxiliar de la
Archidiócesis de Madrid, Secretario General y portavoz de la Conferencia
Episcopal Española, Teólogo y una chincheta en el zapato de la curia; perteneciente a la Compañía de
Jesús, tuvo la desvergüenza de comunicar a los feligreses (y a todo aquél
que quisiera escucharle) a través de los medios informativos hace unos días,
que:
"La iglesia no está para ayudar a los
pobres". ¡Hijo de mala madre! ¿Qué es iglesia? Iglesia es que un jesuita
como tú, de estomago agradecido, cobre del estado y "chupe de ésta por los
servicios prestados", que no le falte una vivienda - palacete más que
digna, que disponga de coche y chofer a cargo de vete tú a saber que Dios, si
ese terrestre del que te nutres, o de ese al que rezas para que no te tenga en cuenta
el no ayudar a los pobres. ¿Son estos inferiores a ti? ¿Eres tú más digno de
Dios?
Juan Antonio (de tú, porque no mereces
otro trato), elegiste el sacerdocio para vivir de él y no para esparcir la
palabra de un redentor que (según la biblia escrita por los hombres), predicaba
con el ejemplo. ¿Qué ejemplo das tú? ¿El de cómo vivir mangoneando al pueblo?
No sé si quisiera conocer todos los
tejemanejes que te has traído para llegar al cargo que ocupas, porque de la ley
de Dios poco has aportado.
Eres uno de esos jesuitas que llenan sus
alforjas a base de forjar a tus fieles como si de una secta se tratara. Esa es
la imagen que te dignas ofrecer, esa, y la de un ser que vive en el pasado,
anquilosado por las costumbres rectas del que haga lo que haga, lo importante
es que no se conozca, por que las debilidades de mi "alma" y de mi
cuerpo están por encima de una plebe, a la que como buen pastor, debo de llevar
por el camino y al redil, que más me convenga.
Eres un mal, ya no sé si menor, para la
autentica iglesia cristiana, y no esa que practicas de fariseísmo y ocultismo.
Eres, como tantos de tu congregación, de misa diaria, de golpes en el pecho, y
de perdóname señor, y, hasta mañana que volveré a ofrecerte mis tropelías.
No entro hoy más que a opinar sobre lo que
pienso de tu persona, puede que te importe un bledo, y este grano de opinión te
auguro que no será óbice para que tus santos pecadores te besen la mano con su
respeto, y te laman el culo con sus alabanzas, esas, que doy por seguro, si
existe, no te otorgaría ni el mismo Dios.
Ve en tu paz tú que aún sobrevives con
todo tu ser podrido.
T.S.G. (Aes sin hache)
tmsg1953@gmail.com
23.10.2013.
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