miércoles, 23 de octubre de 2013

Juan Antonio Martínez Camino. (Hipócrita y jesuita)


     ¡No es para estar..."enfadado"!                          Juan Antonio Martínez Camino. Obispo auxiliar de la Archidiócesis de Madrid, Secretario General y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Teólogo y una chincheta en el zapato de la curia; perteneciente a la Compañía de Jesús, tuvo la desvergüenza de comunicar a los feligreses (y a todo aquél que quisiera escucharle) a través de los medios informativos hace unos días, que:
     "La iglesia no está para ayudar a los pobres". ¡Hijo de mala madre! ¿Qué es iglesia? Iglesia es que un jesuita como tú, de estomago agradecido, cobre del estado y "chupe de ésta por los servicios prestados", que no le falte una vivienda - palacete más que digna, que disponga de coche y chofer a cargo de vete tú a saber que Dios, si ese terrestre del que te nutres, o de ese al que rezas para que no te tenga en cuenta el no ayudar a los pobres. ¿Son estos inferiores a ti? ¿Eres tú más digno de Dios?
     Juan Antonio (de tú, porque no mereces otro trato), elegiste el sacerdocio para vivir de él y no para esparcir la palabra de un redentor que (según la biblia escrita por los hombres), predicaba con el ejemplo. ¿Qué ejemplo das tú? ¿El de cómo vivir mangoneando al pueblo?
     No sé si quisiera conocer todos los tejemanejes que te has traído para llegar al cargo que ocupas, porque de la ley de Dios poco has aportado.
     Eres uno de esos jesuitas que llenan sus alforjas a base de forjar a tus fieles como si de una secta se tratara. Esa es la imagen que te dignas ofrecer, esa, y la de un ser que vive en el pasado, anquilosado por las costumbres rectas del que haga lo que haga, lo importante es que no se conozca, por que las debilidades de mi "alma" y de mi cuerpo están por encima de una plebe, a la que como buen pastor, debo de llevar por el camino y al redil, que más me convenga.
      Eres un mal, ya no sé si menor, para la autentica iglesia cristiana, y no esa que practicas de fariseísmo y ocultismo. Eres, como tantos de tu congregación, de misa diaria, de golpes en el pecho, y de perdóname señor, y, hasta mañana que volveré a ofrecerte mis tropelías.
     No entro hoy más que a opinar sobre lo que pienso de tu persona, puede que te importe un bledo, y este grano de opinión te auguro que no será óbice para que tus santos pecadores te besen la mano con su respeto, y te laman el culo con sus alabanzas, esas, que doy por seguro, si existe, no te otorgaría ni el mismo Dios.
     Ve en tu paz tú que aún sobrevives con todo tu ser podrido.
T.S.G. (Aes sin hache)
tmsg1953@gmail.com
23.10.2013.

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