Una encuesta del CIS, antes de las últimos comicios, daba a
conocer, que el 70% de los encuestados
no creían en las promesas electorales, pero a pesar de lo expresado suena como
cuando hacen una encuesta de los programas televisivos, nadie ve telebasura
(programas de cotilleo), todos ven los documentales de la TVE 2 (por mucho que
los repitan), más la realidad es que decimos lo que no pensamos, si no lo que
los demás quieren oír, pues si la encuesta fuera real TVE 2 sería la cadena más
vista en este país. Si el PP fue capaz de mentir en todos y cada uno de los
apartados del programa electoral, de no cumplir ni una sola de sus promesas,
¿Por qué tenemos que volver a confiar en ellos de nuevo? En las elecciones del
96 prometieron no hacer pactos con los partidos nacionalistas y lo primero que
hicieron fue alcanzar un acuerdo con el PNV, CIU y CC. .
Cuatro años más tarde
alcanzan la mayoría absoluta y dieron portazo a todo el mundo. ¡Ya podían volar
solos! ¡Y comienza el desastre! Llegaba la hora de pagar favores, calificaciones
de terrenos, burbuja inmobiliaria, guerra de Irak, mano abierta a la banca y la
mayor mentira de todas, mentir sobre el 11M para ganar las elecciones que
perdieron en el 2004.
Lo mejor del PP a sido, que gracias a que existía una
alternativa al PSOE, este país tuvo la alternancia necesaria para que madurara
y de esa manera acabar con los fantasmas del pasado. Este gobierno nos deja
otra enseñanza, son incapaces de gobernar en mayoría absoluta; tiene tantos
buitres de ideas conservadoras revoloteando a su alrededor, que no ven la
evolución del pueblo. Viven en un estado febril de prepotencia, que les
incapacita para mejorar, y ahoga los embriones que les permitiría añadir
derechos y avances (en todos los campos) y de esta guisa condena a todos
aquellos que no sean partidarios de sus ideas conservadoras, de iglesia, y
educación. Otras clases sociales no son merecedoras de alcanzar su estatus
porque en ellas ven perder sus privilegios; no quieren una igualdad social, se
creen por encima de todos, son la elite, y quién osa. Esta nación es LAICA, así
reza en la Constitución, que se basa en la igualdad de derechos y obligaciones,
una Constitución que también recoge, en uno de sus principales artículos que
“la sanidad será equitativa, solidaria, universal y gratuita". Derecho a una enseñanza
que será gratuita hasta los dieciséis años, derecho a la libertad de opinión y
convivencia, y todos estos artículos y muchos más son de difícil asimilación
máxime cuando te crees por encima del bien y del mal. Puesto que todos somos
mortales, sufrimos y reímos, de similar manera; se hace difícil compartir la
ideología de un partido que miente en su beneficio, piensa únicamente en sus
intereses políticos y crematísticos, y cuando gobierna, en la balanza entre el
poder y el pueblo elige el poder.
T.S.G. (Aes sin hache)
17.11.2013.
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