A mí familia y a
mi otra familia (mis amigos):
Con los deseos con
que nos obsequian nuestros allegados no salimos nunca de la rutina, cuando con
un sentido hasta mañana sería más que suficiente. ¿Qué es más importante que
sentirte mañana rodeado de aquellos a los que quieres?
A todos aquellos
que se alegran de las desdichas ajenas aunque lo callen:
No guardéis silencios
que acaban por mataros la alegría, expresarlos con la misma valentía con que
mal los pensáis, no alcanzareis el perdón de aquellos que herís, pero al menos lograreis
que respeten vuestra franqueza.
A los que me
creen su enemigo y en ocasiones aciertan:
Mal enemigo elegís si me tenéis como tal, no
soy rencoroso, no os guardaré las villanías, no os las devolveré más que os
pese, y esa será mi venganza, pues si en caliente cayo, en frío olvido. Os
dejaré sin razones por birlaros la ocasión.
A quienes me
leéis, escucháis, y me aguantáis:
Paciencia, no hay
mal que cien años dure, y mañana pronto será ayer y volverá a ser mañana.
T.S.G. (aes sin hache)
31.12.2012.
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