sábado, 22 de diciembre de 2012

Navidad, ya es Navidad.



     Hoy volvimos a escuchar a los niños de San Idelfonso cantar los premios del sorteo de Navidad, y ello es motivo de ilusión, de esperanza, y de tópicos típicos. Hoy siento que comienzan las navidades de 2012 y no recuerdo unas navidades más tristes, hasta el día de hoy, en el ánimo de las gentes que pululan por las calles de la villa de Madrid, y ya he pasado por algunas.

     Con menos luces adornando las vías públicas, los escaparates inertes, como un reclamo a los tiempos pasados, sus maniquíes nos enseñan las últimas tendencias en moda y abalorios, nos brindan su quietud a nuestros deseos, y parecen comprender que los tiempos no nos deparan lo mejor, que el  ánimo es poco, y que ustedes y un servidor, sabemos a ciencia cierta cuáles son las causas. Este pueblo que pasó guerra y posguerra, que sabe de necesidades y angustias, al que la vida le ha golpeado durante siglos con la avaricia, la prepotencia, la ineptitud, y autoritarismo de sus gobernantes, siempre sacó un hilo de la madeja de la pena para bordar una sonrisa en las comisuras de sus labios.

     Están tristes, y no toda su tristeza se debe al presente inquieto que convive con nos muy a nuestro pesar, ni toda la agobiante situación a la incertidumbre que nos depara el día a día, más bien mata nuestra alegría, la falta de esperanza en un futuro que en su cercanía viaja de penar, y en su mañana pasea de llanto.

     Un recorte no hace futuro, todo aquello con que nos “deleitan” nuestros gobernantes no es más que un ardid, otro paso atrás en los logros del bienestar social alcanzado en las últimas décadas. Todo aquello con que nos gravan o de que nos privan, cierto es, que no lo volveremos a recuperar si no es mediante una nueva lucha, porque esto que debería de ser concebido como una situación momentánea, para quienes nos arengan al esfuerzo y al sacrificio, no es más que  un “ni agradecido ni pagado”.

     Sabemos lo que, cuando, y cuanto nos quitan y quitaran, pero me temo que la vida tal y como la teníamos concebida...

     ¡Feliz tiempo de reposo y familia, en estos días que transcurren entre la natividad y la epifanía!

T.S.G. (aes sin hache)


22.12.2012

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