Juicio al juez Garzón.
Con el adjetivo de vergonzoso, no me siento suficientemente satisfecho, pero sin querer herir susceptibilidades, es más que probable, no haber calificado adecuadamente el hecho de juzgar a un juez, justo, integro y suficientemente valiente como para enfrentarse sin miedos a la trama Gürtel y al caso de la Memoria Historica, y demostrar (como viene haciendo), la corrupción que puebla las distintas Comunidades Autónomas, (caso Valencia, Baleares, Murcia, etc.) expuestas como banderas y ejemplos por el Partido Popular, en pasadas elecciones, sin sentirse mediatizado por el rumbo que los acontecimientos tomaban a medida que estas se aproximaban a aforados y altos cargos del grupo politico hoy al frente de la nación.
El miedo guarda la viña, y como reza un proverbio árabe “cuando las barbas de tu vecino veas mojar…”. Es lo que tiene vivir en esa finca.
Dejemos trabajar a la JUSTICIA, NO A LOS INJUSTOS DE LA JUSTICIA, por el bien de esta, y de todos nosotros.
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Pepe. Una vergüenza para el madridismo.
Como madridista que soy, siempre tuve a gala, y presumí, de pertenecer a un club con señorío, justo, deportivo, social, nunca ajeno a contribuir en actos benéficos, cercano al pueblo, y por encima de ideologías y partidismos. Proa de honor y bien hacer de España en el mundo; bandera de todos aquellos que siendo de otros colores, que no pudieron alcanzar esas glorias, se sintieron representados con orgullo por este club, su segundo equipo.
Por todo ello, y por que por encima de cualquier jugador, socio, directivo, o empleado de este club, está el REAL MADRID, me siento tremendamente dolido por la actitud de un jugador, que ha dado muestras más que razonables para ser castigado, apartado del equipo, y traspasado a quien quiera hacerse con sus servicios.
No me representa un club, que por encima del bien hacer y la deportividad, antepone a un jugador, sucio (se entiende en su deporte), mala persona en el terreno de juego (que es donde le juzgo), antideportivo, mentiroso, y ruin.
“Tanta paz lleve, como paz deja”. Aunque fuere el mejor jugador en su puesto del mundo, es preferible desprenderse de él, perder con juego y honor, que vencer o perder con jugadores de esta estirpe.
PEPE, ni siquiera las gracias te mereces por los “servicios prestados”
¡Aléjate cuanto puedas y no vuelvas!
¡No más deshonras!
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Más vergüenzas más adelante.
T.S.G. (aes sin hache)
20.1.2012.
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