jueves, 22 de noviembre de 2012

El yo, mi, me, conmigo, de los gobiernos y la banca.




     Para aquellos que no conocen Madrid, decidles que es una gran ciudad, repleta de gente maravillosa, harta de tanto político inepto, y cansada de la “burrocracia”  que mal gobierna.
     En los días precedentes a la huelga general, aparecieron pintadas en las fachadas de las casas, frases más o menos afortunadas, de las que les extraigo algunas que ley: Los recortes para la iglesia. Piensa antes de que te lo quiten. Yo también conocí el trabajo. Rajoy, si voy con lo que te doy. Y haciendo alegoría al tabaco, tres que bien podría llevar las cajetillas de cigarrillos: Este gobierno es infumable. El gobierno mata. El gobierno produce cáncer.
     Esta ciudad soporta con estoicismo las múltiples manifestaciones que la pasean día sí, y día también. Esta es la única manera que le queda al pueblo para hacer notar su descontento.  Es doloroso pensar en las carencias que soporta este país, y en las venideras, porque no se vislumbra luz alguna en este túnel en el que nos encontramos.
     Me reitero en que sólo con recortes no se alcanzara nunca un equilibrio presupuestario primero, y una recuperación lenta, pero firme, en un futuro.
     Un recorte, un avance social, y mucho esfuerzo. Desde que se modificó el artículo 135 de la constitución, en el que se anteponía salvar primero a la banca y después a al pueblo, el país ya no ha sido el mismo. Esto se aprobó en el 2007 bajo el mandato de Rodríguez Zapatero.
     Una burbuja creada por Aznar y alatares, una carencia de iniciativa y preparación para dirigir la presidencia del estado por parte de Zapatero, y un sin gobierno bajo el mandato de Alemania por parte de Rajoy, nos deja donde estamos, con el culo al aire, dependiendo de unos cuantos avaros y del YO, MI, ME, CONMIGO, de la banca.
     Lamento ser tan reiterativo, pero…
T.S.G. (aes sin hache).
22.11.2012.

No hay comentarios:

Publicar un comentario