jueves, 10 de julio de 2014

ISRAEL, PALESTINA, Y HAMÁS.


     ¿Quién mató a los tres jóvenes israelitas?
     En ocasiones se mata a gente de tu propia sangre con el fin de reiniciar un conflicto que no se sostiene en la paz por desméritos de todos.
     A Israel la paz no le interesa, Palestina habla de paz, pero solo habla, y Hamás no habla de paz porque vive de la guerra.
     Las Naciones Unidas siguen jugando a no posicionarse en contra de los judíos por los intereses de Estados Unidos y “amigos”, que con una política de paños calientes intenta apaciguar lo que no tiene sentido.
     El poder de los judíos, como es más que sabido, es de una influencia tal que difícilmente país alguno condenará la barbarie israelí por muchos desmanes que lleven a cabo. ¿Qué es venganza según el pueblo judío? Desde la muerte de los tres jóvenes, el ejército hebreo a matado a más de OCHENTA PERSONAS, ¿Y HA ESTO SE LE LLAMA SER JUSTO? Desde mi razonamiento, la situación creada sobrepasa todos los limites humanos, y el pueblo israelita deja de ser justo para convertirse en un pueblo, una vez más, ASESINO.
     Nunca estuve en contra de los judíos, incluso la historia nos demuestra que se han cebado en ellos, pero, y siempre existe un pero, desde el holocausto nazi, los judíos (poder económico y político), aprovecharon cualquier situación, para desde la pena de la razón, matar con el único propósito adherirse terrenos donde afincar a su pueblo. No importa el precio en seres que se pueda infligir, no importa el gasto económico que genere la travesía hasta alcanzar sus metas (que cada vez son más infinitas si así pudiera ser); no importa traspasar las mismas leyes que traspasaron con ellos, los judíos llevan a cabo su holocausto particular con método calculado, ni muchos, ni demasiados, los necesarios cada equis sin levantar la mano para justificar su masacre, ni defender sus hechos, solo consumarlos.
     USA nunca permitirá que se condene a Israel, saben bien que el poder económico judío coloca los presidentes y los defenestra, y aunque al presidente de turno le venciere la tentación de levantar su voz con éxito en contra del pueblo semita, lo hará con la certeza de que en muchos años su partido no regresara a ostentar la presidencia por mucho que empeño ponga en ello y razones le avalen.
     La ONU sigue siendo el corral donde unos pocos deciden que hacer con los países débiles y pobres, como repartirse sus bienes, y vetarse entre ellos de manera que jamás dañen sus intereses, aunque en ello pierdan la credibilidad de los pueblos.
T.S.G.

10.7.2014

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