El partido socialista se quedó una vez más sin
el derecho a pedir, exigir, a reclamar honradez a ningún grupo político, ni
siquiera al grupo mayoritario implicado en cien asuntos de índole de
corrupción, prevaricación, o financiación de partidos.
Una vez más de donde
hay se saca, pero no con el fin para el que estaba presupuestado, si no para
engordar los patrimonios personales de miles de corruptos mal llamados socialistas
que quizá debieran de denominarse “socios-listos”. Arrasaron con los presupuestos
destinados al empleo público, trabajadores, parados y empresas honradas (que
aún quedan) en estado de premura económica, y destinaron esos fondos a sobornar estómagos agradecidos sin ni siquiera
deber de preocuparse si iba “envuelto en sobre” o no. Los billetes circulaban
de bolsillo en bolsillo con la aquiescencia de la Junta de Andalucía, que si
bien sabían lo que sucedía, miraban hacia otro sitio, daban la callada por
respuestas a los pocos que se atrevieron a preguntar por los fondos, y de tal
guisa acatar, como hechos consumados, todo aquello que SABÍAN sucedía en la
Comunidad Autónoma.
Quiero pensar,
que tanto Chaves como Griñán, no se llevaron cantidad alguna (crematísticamente
hablando) durante su estancia al frente del gobierno regional, pero de alguna
forma se vieron beneficiados de su silencio.
Si dicen que no conocían
lo que sucedía poco alegan a su favor, porque su deber es conocer, distribuir,
ordenar, es preocuparse de aquello que dirigen, es rodearse de personas que
sepan lo que tratan y que no se deba presuponer que son honradas, si no que lo
sean. Cometieron delito en la dejadez de sus funciones y no aplicar la ley como
era menester hacerlo, y en preocuparse y ocuparse del pueblo que en su soberanía
universal les eligió para un cargo del que no han hecho justicia.
¡Basta de
aforados corruptos en cualquier orden, por omisión, o por intereses poco
claros! ¿Por dónde se debe de cortar esta sangría delictiva? No sé yo si por
Susana Díaz comienza lo sano, pero incluso si así fuere todos los cargos (políticos,
de designación táctil, o por carrera administrativa) de oficial de primera para
arriba deberían de ser cesados de inmediato y al que no se pudiere por el
contrato laboral que le uniere a la administración se le cambia de departamento
y se le presta un mayor celo en la ejecución de su labor; una limpia ejemplar,
que devuelva la fe al pueblo, y sientan de verdad que sus dirigentes vuelven al
sendero que nunca se debió dejar.
La justicia
separará el polvo de la paja, no imputará por imputar, y DESEO que no sea lenta
en recursos, en abrir una nueva investigación, o en crear comisión tras comisión
con el único fin de dilatar en el tiempo hasta que se olvide por aburrimiento,
o por que prescriba.
T.S.G. (Aes sin hache)
11.9.2013.
No hay comentarios:
Publicar un comentario