miércoles, 11 de septiembre de 2013

“Don ERE que ERE”


      El partido socialista se quedó una vez más sin el derecho a pedir, exigir, a reclamar honradez a ningún grupo político, ni siquiera al grupo mayoritario implicado en cien asuntos de índole de corrupción, prevaricación, o financiación de partidos.
     Una vez más de donde hay se saca, pero no con el fin para el que estaba presupuestado, si no para engordar los patrimonios personales de miles de corruptos mal llamados socialistas que quizá debieran de denominarse “socios-listos”. Arrasaron con los presupuestos destinados al empleo público, trabajadores, parados y empresas honradas (que aún quedan) en estado de premura económica, y destinaron esos fondos a  sobornar estómagos agradecidos sin ni siquiera deber de preocuparse si iba “envuelto en sobre” o no. Los billetes circulaban de bolsillo en bolsillo con la aquiescencia de la Junta de Andalucía, que si bien sabían lo que sucedía, miraban hacia otro sitio, daban la callada por respuestas a los pocos que se atrevieron a preguntar por los fondos, y de tal guisa acatar, como hechos consumados, todo aquello que SABÍAN sucedía en la Comunidad Autónoma.
     Quiero pensar, que tanto Chaves como Griñán, no se llevaron cantidad alguna (crematísticamente hablando) durante su estancia al frente del gobierno regional, pero de alguna forma se vieron beneficiados de su silencio.
     Si dicen que no conocían lo que sucedía poco alegan a su favor, porque su deber es conocer, distribuir, ordenar, es preocuparse de aquello que dirigen, es rodearse de personas que sepan lo que tratan y que no se deba presuponer que son honradas, si no que lo sean. Cometieron delito en la dejadez de sus funciones y no aplicar la ley como era menester hacerlo, y en preocuparse y ocuparse del pueblo que en su soberanía universal les eligió para un cargo del que no han hecho justicia.
     ¡Basta de aforados corruptos en cualquier orden, por omisión, o por intereses poco claros! ¿Por dónde se debe de cortar esta sangría delictiva? No sé yo si por Susana Díaz comienza lo sano, pero incluso si así fuere todos los cargos (políticos, de designación táctil, o por carrera administrativa) de oficial de primera para arriba deberían de ser cesados de inmediato y al que no se pudiere por el contrato laboral que le uniere a la administración se le cambia de departamento y se le presta un mayor celo en la ejecución de su labor; una limpia ejemplar, que devuelva la fe al pueblo, y sientan de verdad que sus dirigentes vuelven al sendero que nunca se debió dejar.
     La justicia separará el polvo de la paja, no imputará por imputar, y DESEO que no sea lenta en recursos, en abrir una nueva investigación, o en crear comisión tras comisión con el único fin de dilatar en el tiempo hasta que se olvide por aburrimiento, o por que prescriba.
T.S.G. (Aes sin hache)
11.9.2013.

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