En esta hora hice una "pequeña" criba en lo que en facebook se llama amigos. No necesito una lista de cientos de "amigos" que no me demuestran absolutamente nada, no aportan, y lo único que percibo es un numero al que añadir a una muesca en la que figuran en algunos casos miles de personas, y conozco a más de una.
Hay quienes tienen capacidad para mantener relaciones con cientos de personas sin hablar con ellas, y que les sirve como un lugar donde colocar sus intereses comerciales y de ego, yo no estoy capacitado para ello, por tanto prefiero un grupo reducido en el que quepan aquellos que pueda recordar sin necesidad de preguntarme ¿quiénes son?
No estoy aún en ese mundo de las nuevas tecnologías integrado, y pretendo no tener que llegar a estarlo nunca.
Quiero a mi lado personas que aprecien lo que soy capaz de dar: Mi apoyo, mi amistad (una amistad que se gana, no soy amigo de nadie porque la palabra este inscrita en una nomenclatura), el humor que aporto todos los días con el único fin de arrancar una pequeña sonrisa a cualquiera que lo necesite, independientemente de que el humor sea mejor o peor, más si lo consigo, doy por bien empleado mi aportación.
Comparto mis criticas, mis razonamientos sociales, culturales, etc., y de diversión, actualidad, vivencia y convivencia.
Ahora las personas que figuran en el apartado amigo son menos de sesenta, y bajando, si alguien de los que he retirado desea volver a figurar en ella, habrán de decirme al menos por qué, y para qué.
Facebook me ha aportado dos personas inigualables y enriquecedoras en mi vida, me brindaron aquello que muy pocas otras llegan a compartir, y que están por encima de la vanidad y de las vanidades (vanitas vanitatis), más allá incluso de los rincones del sentimiento.
Un grupo de seres que ya estaban en mí antes de. Y personas que espero sepan apreciar mi aportación.
Todo medio de comunicación siempre es algo más que palabras y fotos, y eso se encuentra en la trastienda, en los mensajes que no llegan a todos, si no a cada uno por ser quién es en mi vida y lo que se merecen según mi "pobre" criterio.
Aquellos que me necesiten saben donde encontrarme, y aquellos que quieran que sea figurante saben donde no buscarme.
Tomás Serrano González.
18.5.2016
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