Los mentecatos no son algunos, SOMOS
TODOS.
Esta nueva moda de comprender el mundo, basada en el esfuerzo de otros,
se está convirtiendo en un mal endémico.
No son gentes estas que luchan por
mejorar, prefieren ocupar la casa de otro que construir la suya. Capaces de
acusar de todos los males, desastres, equivocaciones a quienes aportan, que
afrontar que sus desilusiones, sus frustraciones, son consecuencia de su
carencia de valores.
Mentecato es el que usa el coche,
calefacción, ordenador, gasta luz, utiliza el avión, el tren, cualquier medio
de transporte. Una linterna, teléfono – móvil o fijo da igual –.
Usa ropa que no sea de piel de animales,
tiene frigorífico, lavadora, Cocina eléctrica, de gas, incluso si es de leña
tala arboles. usa calzado, tiene libros, música, cine, barcos (pesca,
cargueros, de placer, Etc.). Vamos, que en definitiva MENTECATOS...
¡¡¡¡¡TODOS!!!!! Unos más y otro menos pero no culpemos a nadie de nuestro
pecados veniales.
Yo que estoy utilizando este medio de
comunicación estoy contribuyendo al fin del mundo conocido. ¿Pero quién fue el
que destruyo los anteriores mundos? La era de la glaciación, ese cambio
climático, no fue causado por la avaricia del ser humano, y su cambio a otras
formas hasta alcanzar lo que hoy conocemos como el planeta Tierra, tampoco
corresponde al ser humano. Nosotros parece ser que somos los seres
predeterminados a cambiar este. ¡Qué pena de acusación!
No defenderé los abusos que la industria,
a todos los niveles, causa al planeta azul, no lo haré, pero tampoco voy a
alabar ni aplaudir las maneras y la forma de pensar de unos radicales fariseos
que anteponen sus tristes ideologías a la cruda realidad, una realidad que
forjamos cada uno por si y entre todos, por etapas, por fases que se crean a
partir del esfuerzo común.
Se quejan de la contaminación, pero usan
medios de transporte que contaminan. Ni los veo ni me los imagino, andando por los caminos semanas, meses,
hasta llegar a París, Bombay o Pekín, ni tan siquiera a una playa levantina.
¿Usarían esos animales que tanto defienden
para su subsistencia alimentaria? ¿Llevarían con ellos sus extrañas mascotas,
ratas, perros de la pradera, hurones y serpientes, cuando la tecnología actual no
aportara sus ventajas hasta convertirse en el medio más común?
Mucho hablan las mentes vagas de derechos,
pero, menos que poco aportan al sentido común, común que proviene de comunidad,
es esa palabra que en la mente de estos iluminados se diluye en el vacío de los
sentidos, de esos sentidos de los cuales también, aunque resulte penoso,
carecen en dosis excesivas.
Estos seres son los que se atreven a
llamar a las clases gobernantes y a quienes aportamos, MENTECATOS, esos seres
que no valoran más que el capricho y la inconsistencia de sus verdades, unas
verdades que en realidad son a medias, y una verdad a medias es la mayor de la
mentiras, esa mentira en la que ellos viven confundiendo libertad con
libertinaje.
Tomás
Serrano González.
12.5.2016.
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