A lo
largo de la vida aprendamos que las victorias nunca son eternas, y que las
derrotas no duran siempre; recordando lo que decían mis ancestros: "Las
victorias tienen cien padres y las derrotas son huérfanas", pues me
permito el honor de hacer también mía esta derrota. Si antes este equipo alcanzó
la gloria más absoluta, puedo permitirme el lujo de perder con él por todo lo
que me hizo feliz. Es un país este que carece de términos medios, las alegrías
de las victorias duran suspiros, y las derrotas se eternizan.
Que
la selección española comience con una derrota no es la primera vez que sucede,
pero con una derrota tan abultada si. La segunda parte fue un desastre de
colocación y se percibió de manera tangible el desanimo que acompañó esos
eternos cuarenta y cinco minutos.
Fueron varias las consecuencias del 5-1, el poco acierto de los
delanteros hispanos en la primera mitad, el fallo en tirar el fuera de juego de
Pique en el primer gol holandés, el minuto en que se marco, la falta a Casillas
en el tercero, el fallo del mismo en el cuarto, y la “pájara” de la defensa en
el quinto.
También hay que reseñar el mal que Mourinho hizo con la suplencia de
Iker en su club que no le afectó a sus reflejos bajo palos, pero si a su
colocación.
Amén de todo lo ocurrido, y pase lo que
pase en los próximos encuentros, me siento honrado de pertenecer a este país.
¡¡¡ESPAÑA SIEMPRE!!! ¡¡¡A por ellos
OE!!!
T.S.G.
16.6.2014.
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