Aún
estoy esperando que llegue el día que escuche, en algunos periodistas (una gran
mayoría), entonar el mea culpa por la
parte que les corresponde de los sucesos que acontecen en el mundo.
Sus irresponsabilidades son manifiestas;
en su ególatra deseo de transmitir antes que ningún otro “compañero” del medio
lo que se supone una noticia, les lleva a publicar e informar de sucesos que no
han acaecido, tergiversar hechos, y no corroborar por la inmediatez, aquello de
lo que informan.
De un tiempo a esta parte se basan en la
ley de hechos consumados, les resulta más sencillo publicar e ignorar sus
equívocos, que realizar su trabajo conforme a la ley y al respeto por las
personas y la información.
Mejor un “me han contado” ó un “según fuentes
fidedignas”, que realizar una investigación adecuada, seria y solvente sobre el
caso a tratar, y en el supuesto, que se da muy a menudo, de tener que
desdecirse, se rectifica esta de una manera sutil, en el instante de menos
audiencia ó en rincón más insospechado, según el medio, y casi siempre a
instancias de un juez tras un desagradable pleito.
Con que facilidad se menosprecia al ser
humano. Levantar un infundio cuesta poco, incluso adrede sale barato, limpiar
esa imagen lleva años, más eso poco importa, se eximen los medios de su
responsabilidad, de forma tal, que asusta cualquier alabanza de un amigo,
cuanto más de aquellos que te “quieren bien”.
La mierda se lanza al ventilador con una
alegría que ofende la inteligencia, con una insensatez que cada día que
transcurre se convierte más en ley para los inconsecuentes.
Sale barata una ofensa, y en ello se
parapetan los desinformadores, que con esgrimir un “yo pensaba, yo creía” no
concibieron, “pensando bien, se supone”, que estos eran los parientes más
cercanos de Doña Ignorancia y Don Tiempo Perdido.
Asumimos que en estos días padecemos de
este mal endémico, pero nos gustaría, y estimo que aquellos que me leen están
en consonancia con mi pensamiento, que se reputara el gremio con la firmeza, la
verdad, la realidad, y el trabajo social que implicar informar al ciudadano con
objetividad y conciencia.
T.S.G
14.5.2014.