Fue al Camp Nou con el fin de presenciar un partido de
fútbol, fue con dos amigos seguidores del Barcelona, y cometió un tremendo
error. No se dio cuenta de que no estaba en España. No tenía derecho a vestir
como quisiera, no tenia derecho a entrar con una camiseta que no fuera del club
“culé”, no importaba que la entrada estuviera pagada, que se mostrarse
prudente, tranquilo, que tapase su camiseta con una chaqueta de chándal, lo
realmente importante, era que en un país democrático, los vigilantes privados,
pagados por el club, le echaran del
campo.
Con él se fueron sus dos amigos, esa
esperanza que queda de sentido común, que no supieron mostrar quienes deberían
de haberlo hecho, aquellos que se saltaron la ley, la legislación vigente, y la
sensatez. No defendieron la razón, defendieron al populacho, a los mismos que
indultaron a Barrabas.
La libertad en Cataluña empieza a ser
preocupante, “o eres de mi cuerda , o estas contra mí”; no existe más razón que
la que impone una dictadura donde solo cabe un pensamiento.
Cataluña es el “yoyoismo” elevado a la
séptima potencia. Son, mal que les pese,
un Condado del Reino de Aragón, al que no supieron rendirle el tributo
que merecía, y se cubrieron de “gloria”
siendo “fieles” a todo aquél que les ofreció moneda y honores.
Están donde están, ocupan el lugar que
ocupan, y aunque nunca lo admitan, gracias al esfuerzo y el trabajo de los
hombres y mujeres de Andalucía, Extremadura, Aragón, Valencia, Castellanos de
pro, y gentes de toda la nación española.
Se
ganaron a los hijos de aquellos no dándoles prebendas, que un catalán no da
nada si no es por algo, y aún sabiendo que generalizar siempre acarrea
injusticias, si no ofreciéndoles la golosina que sueñen y que jamás degustarán; no tengo más remedio que repudiar a la ignorancia en que han
sumido a las generaciones de ayer y hoy, con su falseamiento de la realidad, y
un fanatismo desmedido que les conduce a una dictadura de clases. Aún
desconocen los charnegos que serán
catalanes de segunda cuando así lo estimen los descendientes de Aragón, y
catalanes, solo eso, cuando los necesiten.
Levantaron las fabricas textiles con los
reales de la corona y el estado español, la industria, sus bancos deudores de
España y ladrones del pueblo, el turismo y la producción vinícola no es si no
el resultado del trabajo de años de una unión.
Cataluña tiene frontera con Francia,
¿alguien preguntó en alguna ocasión si quieren a los catalanes los
gabachos?. Una semana en el 1933, en
periodo de la República, le duró a Cataluña su independencia, lo que tardaron
en darse cuenta que solos son… tampoco que no son. Eso entonces, que ahora que
Europa está más “unida” solo les quedaría el pataleo de decir: Estamos así por
haber pertenecido a España, siempre nos odiaron, siempre nos relegaron a
segundos términos, se quedaron con nuestros bienes, nos expoliaron… banda de
ignorantes, no fuisteis nunca relegados al ostracismo, y la razones son
patentes, pero como siempre “no existe peor ciego que el que no quiere ver.
A lo que da pie vuestro odio, al
radicalismo, a la insensatez, y a la perdida del poco señorío que os quedaba.
Después de ver vuestra actitud en un hecho
tan trivial, ya no me cabe ninguna duda de que camináis firmemente hacia un
futuro tan negro que os revolveréis en el fango de la oscuridad, entrañando
odio contra todo y todos los que fueron, y del que será casi imposible de
prescindir en generaciones.
Ese será el resultado de vuestra sublime
estupidez.
T.S.G.
tmsg1953@gmail.com
Madrid. 7 de mayo de 2014.
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