martes, 18 de agosto de 2015

La grave enfermedad de Gerardo Piqué (Gerard para los más).

     El central del Club de Fútbol Barcelona y de la selección española, padece desde unos años una grave enfermedad que ramificó hasta hacerse crónica en el día de ayer.
     Un mal que comenzó con cada vez más violentos gestos, empeoró al despertar ciertas actitudes en provocaciones verbales y físicas, una tercera fase complementaria de madriditis, y una culminación de síntomas que derivan hacia el insulto, menosprecio y prepotencia, muestras todas ellas de la agudéz de mal que le aqueja.
     Un gran jugador que se pierde poco a poco en el laberinto de sus malolientes ideales, de sus dolientes e incomprensibles envidias (por innecesarias), y de unos aires de grandeza que en nada beneficia a un extraordinario jugador venido a la nada como persona.
     Titulitis llaman los galenos licenciados en el arte del balompié a los primeros síntomas que dan muestra de este mal, y declive a los momentos que comienzan hoy.

     Señor Piqué: Gracias porque muy a su pesar contribuyó a los éxitos que acompañaron los años pasados a ESPAÑA, y no haré en usted leña del árbol que cae, bastante desgracia tiene con tener que soportarse.     

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