jueves, 14 de mayo de 2015

Real Madrid C.F. (2014 - 2015)

   La temporada toca a su fin y es el momento de comenzar  hacer recuento de lo que ha dado de si.  
     Una temporada plagada de lesiones y presiones extradeportivas no ayudaron en nada al equipo blanco, que en los meses de octubre, noviembre, y diciembre, se mostro como un conjunto hecho, creciendo partido a partido, y batiendo récord de triunfos consecutivo (hasta veinticinco acumuló), ganó en agosto la Supercopa de Europa, y en vísperas de adviento la Copa del Mundo de Clubes.
     Con el descanso navideño fue como si al Real Madrid le hubiera olvidado jugar al fútbol, se perdió el norte en varios encuentros, y ya no retomó el buen juego exhibido con anterioridad salvo en contados momentos de la temporada.
     Fue un equipo al que se le perdía el respeto en el campo con demasiada frecuencia, los conjuntos más débiles se les subían a las barbas, y aquellos con los que mantenía duelos directos, en casi ningún momento pudieron ni supieron jugarles.
     Tiene el club merengue una plantilla plagada de estrellas, y en un grupo de jugadores como estos es muy difícil que uno al menos no tenga su día de éxito, este día les llegó a todos, incluso varias veces al mismo, pero si uno se acomoda en demasía, el resto lo sufre, y no solo en ese partido, si no en la acumulación del esfuerzo que realiza uno tras otro.
     Cristiano Ronaldo cumplió con su habitual media goleadora, que dicho sea de paso, es de un promedio que asusta. La media de más de un gol por encuentro, que aporta este jugador, posiblemente no se vuelva a ver en muchos años en un campo de fútbol.
     James fue la grata sorpresa de su fichaje no se esperaba un rendimiento tan alto ni un acople tan rápido al conjunto madridista.
     Varane sigue creciendo y cada día que pasa se acerca a la titularidad con más aplomo y con grandes avances posicionales, de toque más rápido y seguro, y con una madurez que empieza por asombrar. Ya no es una promesa, es la realidad del que en breve será el mejor central del mundo.
     A Isco Ancelotti le hizo jugar más minutos de los que él incluso creía que tendría, los aprovechó y los disfrutó, y ha dejado muestras más que sobradas de su genio, ingenio, y saber futbolístico.
     No haré un repaso somero de cada uno de los jugadores, pero no mencionar al mejor guardameta del mundo no tendría perdón; A Iker Casillas, se le ha criticado sin merecerlo, se le ha abucheado, insultado, silbado, y vejado en multitud de ocasiones ¿y todo para qué y por qué? Pues está claro, tanto como el estadio iluminado; para dejar muestras del enfado de cientos de incultos del fútbol, que enarbolando la enseña madridista, ensuciándola más bien diría yo, han cargado contra el portero culpándole de un hecho del que fue inocente. La salida del bocazas de Mourinho del equipo de Chamartín.
     Mourinho, cuyo éxito más notable en el Real Madrid fue ganar los partidos que ganaban los jugadores y no perder los que no se ganaban. Según él, jamás fue culpable de ninguna derrota, y  nunca se relaciono con esta si no se conseguía lo deseado.
     Antes de llegar a Iker, se encargó de expulsar del equipo blanco a Pedro León, a Canales, a Raúl, a menospreciar los éxitos de la selección española y con ella a Vicente Del Bosque; hablar mal de Sergio Ramos, Adán fue otro de sus desvaríos, lo desmontó de un caballo que iba para ganador, y lo abandonó en mitad de una tormenta de vestuario donde él era el juez supremo, fiscal, y su ego su razón de justicia, de…, bueno eso es historia pasada, pero los seguidores del ego portugués culpan a Iker por no decir “si buona” a todo. Ramos se congració con la afición con el gol de la final de la Copa de Campeones del año pasado, pero a Iker, ni siquiera le valió con la gran campaña que realizó (un gol recibió en nueve encuentros de Copa del Rey y llevar al club a la final de Lisboa).
     Este año está todo vendido, y finiquitada la temporada dará comienzo la verbena de fichajes y despedidas, el tiempo dirá.
      No hay títulos, los socios y seguidores no podemos presumir de ello, pero desde este pequeño balcón de mi palabra escrita, me permito lo que es un honor, blandir mi bandera madridista, blanca de paz no de rendición, portar su camiseta, enseña de trabajo y de virtudes, y plasmado, en ella, un escudo que me honra, viste mis ideales, y es referencia de tantas cosas que estimo.
¡¡¡HALA MADRID!!!
      T.S.G.
tmsg1953@gmail.com
13.5.2015.

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