Si
el "simulacro de partido" inconsciente y populista, algún día, lograra
llevar a cabo su promesa de no expulsar, poner trabas o detener, a los ocupas
de aquellas casas que no eran suyas en las que entraron dando una patada a la
puerta. Si ese día, el mismo "simulacro de partido", se jactara de ordenar a quien corresponda, que no se les
pueda cortar ni el agua, ni la luz, disponiendo por ley la gratuidad de esta, hecho que conllevará al impago de los impuestos municipales a los que estamos
obligados todos los ciudadanos, en beneficio del bien común. Siendo así, expongo
en mi libertad de pensamiento y palabra que:
En beneficio de mi yo, haré todo lo imposible para ser un digno e idolatrado OCUPA de por vida.
Disculpen mi errata, queriendo escribir bien la palabra OCUPA la puse con c, y no con k, "OKUPA", que es lo correcto según estos inmaculados ilustrados.
En beneficio de mi yo, haré todo lo imposible para ser un digno e idolatrado OCUPA de por vida.
Disculpen mi errata, queriendo escribir bien la palabra OCUPA la puse con c, y no con k, "OKUPA", que es lo correcto según estos inmaculados ilustrados.
Más
valdría que aquellos que claman por acabar con los ricos recordaran las
palabras del expresidente de Brasil, Lula:
“No
es premisa ni necesidad acabar con los ricos, si no acabar con la pobreza”.
Conocía
bien Lula que si se presiona al capital este huye como alma que lleva el
diablo, y sin capital no se acaba con la necesidad ni se consigue levantar una
nación. Un país sin ricos es un país pobre, un rico levantará la empresa que si él no estuviera dependería únicamente de "papá estado" y esa no es manera de crear bienestar. Un empresario debe de tener beneficios puesto que arriesga su capital, y a la par de este crea puestos de trabajo que es el fin de un estado: capital por trabajo bienestar para el pueblo. Una cadena de la que todos se benefician.
Aunque
no me tengo por partidario de este político sindicalista, le reconozco que supo
manejar la batuta con suficiente maestría como para que se comenzara por
entender la partitura.
Lula,
un populista que supo adaptarse al capital y trabajar entre la promesa y la
realidad.
T.S.G.
11.3.2015.