jueves, 17 de diciembre de 2015

¿Actualidad o continuidad?


     Los términos dialécticos que se emplean en esta campaña por la presidencia de España no es diferente en nada a otras anteriores. El tú más dejó de ser moda allá en los tiempos de la cultura democrática griega, tal como ya son añejas, las acusaciones de podredumbre entre legisladores y aspirantes a la gobernanza de una nación.
     Cuando las palabras dejan de tener valor se incrementa la displicencia ante las reales necesidades del pueblo, y eso conlleva al intento de arrebatar la integridad de la inteligencia y con ello lograr convertirse en un vulgar culiparlante.*
     Aún nuestros representantes y futuros, en una proporción que tiende a extenderse, no han aprendido que toda palabra que no mejore el silencio está condenada al fracaso.
     Os contaré una anécdota que escuché recientemente en una emisora de radio, concretamente en Onda Cero:
El general Martínez Campos siendo diputado del Congreso cambió de grupo parlamentario; a su anterior presidente de partido le preguntaron que le parecía la decisión tomada y las circunstancias que esta podría acarrearles, a lo que contestó:
     .– Este hombre es como una bomba, sólo hace daño donde cae.
     Espero que tras las elecciones del próximo día 20 de diciembre no ocupen escaños demasiados de estos… ni de aquellos.

*Adjetivo en tono despreciativo con que se obsequiaba a distintos parlamentarios de la constitución de 1812.
T.S.G.

17.12.2015.

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