sábado, 17 de enero de 2015

MAHOMA, DIOS, y la religión del terrorista.


   Carlos Marx cuentan que dijo: “La religión es el opio de el pueblo”, discrepo de este decir, pues a mi entender le falta un añadido que lo actualiza: “La religión es el opio cancerígeno del pueblo”. 
     No existe causa común que más desuna que la religión. Si se dijo en su día que Estados unidos y Gran Bretaña eran “dos países separados por una misma lengua”, hoy el mundo conocido esta unido por un mismo odio. Ya no se teme ni se odia tanto a lo desconocido como aquél al que crees conocer.
     En estos días el Papa, el representante elegido del Dios cristiano en la tierra, nos enseñó algo más sobre la miseria humana, nos mostró que un puñetazo se puede escapar del pensamiento y golpear al ser que nos ofende, o sin quizá, a quien sentimos que nos ofendió. En este caso el Papa se equivoco, se dejó llevar por un impulso que le hizo ser más papista que él mismo.
     “Alá es grande” y Mahoma su profeta. Os daré mi opinión, Deseo que Alá sea tan grande que no quepa en España, y su profeta tan solo un turista que no llegue nunca ha disfrutar de NUESTRA tierra, de nuestro paraíso.
     Que se guarden sus vírgenes y las disfruten en su más allá; que se maten entre ellos en nombre de sus opio, y de paso nos liberen de su odio. Que su terrorismo fundamentalista les lleve a su paraíso, y que no me esperen en él ni con un ofrecimiento de el doble de vírgenes que prometen, porque este ser está completo en su nefasta ideología de tantas vírgenes en una sola, una virgen que parió debido a un descuido que tuvo una noche de rock y "cubatas" con el pícaro (consentido o no), del Espíritu Santo.
T.S.G.
tmsg1953@gmail.com

17.1.2015.

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