sábado, 10 de enero de 2015

LOS ASESINOS ISLÁMICOS.


    Estado Islamista. Así es como definen algunos impresentables señores de la prensa, y otros, a los terroristas que a sangre y fuego se han anexionado una parte del territorio sirio. 
     Los yihadistas, con el apoyo encubierto de Arabia Saudí, que encabeza la lista negra de países abastecedores de Al Qaeda, siguen sembrando de muerte los campos y calles de las ciudades de la naciones árabe y de los países libres y democráticos. 
     No se puede andar con contemplaciones ni paños calientes a estas altura de la historia. Hay que poner freno de manera inexorable a los desmanes y ambiciones de unos asesinos anclados en el medievo.
     No debemos permitir bajo ningún concepto que sigan mostrando su prepotencia exigiendo tolerancia a sus costumbres, derecho a disponer de mezquitas cuando en ningún país islámico conceden tal derecho a otras religiones, al uso del burka en público contraviniendo todas las leyes españolas. Debajo de un burka se puede esconder un asesino armado y que por nuestro silencio puede ser causa de atentados que causen nuevos destrozos en el sentimiento de nuestra nación.
     No a la burla a la que nos tienen sometidos. No a ceder ni un mínimo espacio a quienes no son capaces de adaptarse al las leyes y reglas que rigen en el país de acogida.
     No a la entrada de ninguna persona, “o lo que sean”, a territorio español infligiendo las normas legisladas a tal fin.
     No a la invasión de nuestro territorio, eso supone una afrenta y en todo caso se debería de tomar las medidas pertinentes, sean cuales fueren, para impedir tal echo. La historia, no muy lejana, nos muestra como en el otoño de 1975, Hassan II, rey de Marruecos por entonces, promulgo la “marcha verde” que consistía en llevar a 300.000 personas a la fronteras de Mauritania (Sahara) por entonces protectorado español, y hacerlas avanzar cruzando las fronteras y colocando en la tesitura a las fuerzas armadas españolas de permitir la invasión, sin más tapujos gramaticales, pues si se dispara sobre los invasores al ir desarmados se puede considerar asesinato en lugar de invasión, y si no disparas, recoges tus enseres y te vas, como así sucedió.
     Ni un paso atrás. Ni una sola concesión más a ningún árabe sea del país y etnia que fuere. Basta ya de ser más papistas que el Papa. Si viven aquí que se adapten a nuestras leyes y costumbres, y si no que se vayan. Que se lleven su Alá, sus profeta, su “Mahoma”, sus leyes de derechos vejatorios, su desprecio a la vida, la esclavitud a la que condenan a sus mujeres, sus ablaciones, sus abusos y violaciones, etc., de vuelta a casa.
     No me importa que vuestra opinión sea coincidente con la mía o no, por mi parte respecto a esta gente se terminó la tolerancia y con ella mi paciencia.
     Si me atreví en su día a enfrentarme en el País Vasco a un abertzale en tiempos de la época dura de ETA, puedo con la misma razón enfrentarme a también a estos ASESINOS.
T.S.G.
tmsg1953@gmail.com
10.1.2015.

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