miércoles, 26 de febrero de 2014

PACO DE LUCIA (En memoria).

PACO DE LUCIA.
   (En memoria).
     Hoy murió uno de los grandes guitarristas que a conocido la historia: PACO DE LUCIA.
     Después de Andrés Segovia y Narciso Yepes, parecía difícil que repitiera otra generación de tanta clase, más no tardaron en aparecer otros genios de esta cantera inagotable de arte que es España.
     Paco de Lucia, (premio Príncipe de Asturias entre sus muchos galardones en vida), nos brindó la fortuna de disfrutar de su DON, la magia trabajada de sus manos en el genio siempre vivo de sus tremoles, en los compases marcados por la belleza inmortal de la improvisación.
     Recuerdo, porque recuerdo ya es, todo lo sentido, y todos los sentidos, repletos de inmensidad, en tanto reía, bailaba y lloraba, su guitarra, lanzando al aire, las notas siempre vivas que rasgaban los silencios, y los cosía de gloria.
     Manolo Sanlúcar, Tomatito, Raimundo Amador, Vicente Amigo, Paco Cepero, Pepe Habichuela, Paco Montoya, Niño Miguel, Ramón de Algeciras, etc., de su y esta generación, a todos los que os llora el alma de la caja resonante, del mástil, de la boca a las cuerdas y el diapasón, de las notas escaladas que se expanden, hoy más que nunca, por el orbe que era su casa, su pequeño rincón. El mayor de mis respetos.
     ¡Gracias! Gracias a los vivos y a los muertos: A los que no estáis, por el camino marcado en vuestra verdad; y a los que estáis, por seguir en la senda dando ejemplo, a las generaciones que llegan, por vuestro arte.
     Para los que añoremos sus días del directo, sabemos que nos quedan "en los vientos que dibujara Bob Dylan", Como quedaron "Los Tres Tenores": (L. Pavarotti - P. Domingo - J. Carreras). Hoy se les une otro terceto, ellos son la fusión del Jazz y el Flamenco. El Arte de la Guitarra: (Paco de Lucia - Al Di Meola - John McLaughlin).
     El arte no muere, solo descansa, y descansa en paz, "entre dos aguas", en los universos de la música hecha arte.

T.S.G.
 
26.2.2014.
 
 

 

 

 

 


jueves, 20 de febrero de 2014

En contra de la siesta y las costumbres de España.


     He leído en la prensa que el New York Times, como antaño hicieron otros periódicos de allende nuestras fronteras, multiplicar sus quejas, en extensos artículos, sobre las costumbres españolas, y me pregunto desde la ingenuidad, ¿quiénes son estos advenedizos que pretenden enseñarnos como debemos de vivir y comportarnos? Esta manada de ineptos licenciados en periodismo, o quizá tampoco, se creen en el derecho de ajustar nuestras costumbres a sus costumbres; por mi parte “van dados”.
     Todos los pueblos, si así lo desean, pueden asumir los “consejos” provenientes de otros pueblos y otras culturas, y así ha sucedido a lo largo de la historia del mundo, bien impuestas por conquistas, bien por dominios, intereses, o pactos.
     Estos yanquis nos dicen que el hábito de cenar a las diez de la noche proviene de los años posteriores a la guerra “incivil” (1936 – 1939). España se encontraba bajo la dictadura del régimen franquista, y según, estos entendidos, el horario que se usa es aquél que se ajusto a la España agraria que se regía por el sol y no por el reloj. ¡Serán tontos! Los labriegos, agricultores, ganaderos, etc., de aquellos tiempos tendían a recogerse a las seis o siete de la tarde, cenar medianamente fuerte, y a las 9 ó 10 se acostaban, se levantaban con el alba, o incluso antes, un almuerzo (cada cual lo que tenía) y a la labor.
¿De que horario están hablando? ¿De que época?
     Que los horarios en España se regían por las labores agrícolas es cierto, al igual que en el resto del planeta, tan cierto como es, que, desde que el campo se modernizó, el agricultor y el ganadero iniciaron una relajación en sus jornadas de labor, algo entendible para todos menos para “los cabezas huecas”.
     Todavía estas mentes privilegiadas se obcecan en que es lo mismo la latitud y los paralelos en el Reino Unido, en América del Norte, o en Alaska, que en la península ibérica.
     Pretenden que cambiemos nuestros horarios de comidas, programas televisivos, espectáculos deportivos, de entretenimiento, y prescindir de la siesta. La siesta, el “deporte” nacional por antonomasia, las tapas, una caña fresquita entre charla y amigos, un tinto o vermut, un paseo al caer la tarde (ciudad, costa o interior, que igual da), una merienda (chocolate con churros, pincho de tortilla, un bocadillo, etc.), en tanto ellos cenan. Esas costumbres son las que quieren eliminar con el fin de que España sea un país más productivo, quieren que abandonemos las mismas cosas que ellos ansían disfrutar con avidez durante todo el año. Planifican sus días de asueto para sumarse a nuestra manera de vivir y ser, ¿en qué quedamos?
     Si ellos tienen el día de Acción de Gracias, nosotros tenemos el Día de Reyes, y si ellos tienen pavo, nosotros jamón, cada cual con lo suyo.
     Dejemos las cosas tal como están, ellos con su producción y sus manías de amoldar el mundo a sus costumbres, y nosotros a seguir con nuestro estilo de vida, ese tan imperfecto que todos abrigan la idea de disfrutar.
     Soportaremos las criticas de los periódicos anglosajones, teutones, nórdicos, norteamericanos, y algunas de sus gentes, agencias, y rancios, mientras degustamos nuestros manjares, los acompañamos de nuestros caldos y sidrinas, alambiqueamos y quemamos nuestros oruxox, Nuestro carácter generalmente poco huraño, más nos reímos que lloramos nuestras penas, nos ayuda a llevar el día a día, y disfrutamos de los bienes que nos otorgan las inclemencias, las clemencias y la diosa naturaleza, e incluso a veces nuestros semejantes.
T.S.G.

20.2.2014.

sábado, 15 de febrero de 2014

CARTA ABIERTA.


         Querida Campanilla:
         Cuando el mundo tiende a volverse loco, me entran las dudas de si realmente queda aún en las grandes urbes o en los más recónditos pueblos de la tierra, algún cuerdo incluyendo mi persona, que crea en las gentes y en sus cuentos; esos cuentos que sin pretender que formen parte de nuestras vidas se mezclan en ellas para bien o para mal con sus ogros, sus príncipes, sus palacios y sus reinas, sus cabañas, sus carrozas, sus juglares, sus reyes y sus princesas, sus cárceles y sus rosas, sus besos y sus tristezas, sus brujas, sus niños, sus pajes y su hada buena.
         Somos parte de una vida que nos arrastra por caminos insospechados, creemos en el bien porque nacemos en paz, pero a veces nos dura lo que dura un suspiro.
          Mis esperanzas se basan en lo que nos queda por deparar en esta nuestra existencia; los sueños que no dejan de ser, y el ser que no cesa de soñar.
          No pretendo buscar imposibles más allá de la razón,  pretendo solo dejar que la felicidad me alcance y saborear de esta más que sus bullicios y sus silencios. Su alegría por enseña, por bandera quiero. Su himno con palabras que canten al amor, y un amor que traspase las nieblas que formamos los seres humanos con nuestros entresijos de medias verdades, un amor que dure mientras dura el brillo de los ojos, las caricias de unas manos, las palabras sentidas, la sonrisa franca, los hermosos silencios; y los besos que callen las palabras innecesarias que quedan por decir.
          El amor de los cuentos en los brazos de la vida.
          En esta ciudad en que ví la luz, los días transcurren entre el impenitente bullicio, y el tic, tac del reloj, todo son prisas por llegar, pero aún ando buscando ese cartel, esa pancarta que anuncie la meta, más ya te indico, que si la meta es dejar esta existencia a la que adoro, a pesar de todos sus males, que de momento no cuenten conmigo, y si es posible (si vos tenéis influencias en ello, que entendido tengo que algo de brujo/as sois), me pido treinta años y un día de felicidad como castigo a la imprudencia de haber vivido. ¡Pero AQUÍ!
              Contesto ahora con esa frase de Santa Teresa de Jesús ha quienes pretenden dar más importancia a la vida de lo que esta tiene. “Nunca pasa nada, y si pasa, ¿qué importa?, y si importa ¿qué pasa?”. Ríe y sonríe, quiero que seáis felices cada día y cada hora de éste; quiero que jamás se borren de vuestros labios, ni de tus ojos, los motivos por los que estos son capaces de vivir.
!Ayer no fui infeliz, pero hoy soy feliz, entiendo que sabéis que sois parte culpable de los motivos que me llevan a tal estado, las otras partes la rellenan la familia, los otros amigos, y un puñado de pequeñas cosas que hacen que cada día sea siempre algo más.
              Desde el “País de Nunca Jamás” un abrazo y cien más para el resto de vuestras familia, cien recuerdos, y cien besos sentidos (bicos), y si veis al Capitán Garfio enredando cerca de vosotros, avisadle, que aún le busco, y que no queda otra salida que perecer en un duelo conmigo.                                                                                                              Siempre.
                   Tomás Serrano González. (Peter Pan por unos instantes).
Madrid. Villa y Corte en el mes de febrero de2014
tmsg1953@gmail.com