viernes, 29 de diciembre de 2017

¡Hasta cuando!


     Bienvenidos al 2018 de nuestra era catalana.
     Me encuentro en España, creo; de ayer aún tengo el recuerdo de haber nacido en Madrid, que en los años cincuenta fui niño, y que después seguí siendo un ser vivo con todas las complicaciones que acarrea ser.
     Ayer, en el crepúsculo del 2017, volaban las incógnitas por encima de nuestras testas como aves de rapiña sopesando si el banquete, tan deseado que se les brindaban de escoria podrida catalana, merecía la espera, en tanto, los mal llamados independentistas, vagaban en su locura por el desierto que les generaba su incongruente sentido de libertad.
     Arrogancias de los pobres de espíritu.
 Egos de superioridad mal encauzada.
 Ansiosos del poder calzan su ímpetu.
 ¡Por las monedas avaros peleaban!  
 No hubo ideal más fiel que encubrir servicios
 de los rateros que habían administrado.
 En tanto engañan al pueblo, de sus vicios
 no reniegan. Persisten en su aurea día a día.
 Pretenden gobernar lo in gobernado
 donde continuar su innoble felonía.      

      Luego mi ayer no es de hoy, ni de mañana, es una pesadilla doliente hasta el hastío, que me puede durar más de un mes o treinta mil albas.

Tomás Serrano González.
29.12.2017.

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